abril 29, 2014

La fauna silvestre y los humanos ¿Quién es quién o qué?

Acabo de regresar de dejar a una ardilla juvenil en el hospital de veterinaria de la Facultad de Medicina Veterinaria de la UNAM. Como se imaginarán tengo el corazón roto, igual que ella tenía la columna fracturada... perdió toda movilidad inferior y además, traía sangrado abdominal. Las señoritas que nos atendieron son la onda. No sé si son del servicio social, pero nos mostraron más humanidad que muchos veterinarios que ya ejercen... y que parece no importarles más que sacar dinero aprovechando el amor que uno les tiene y a sabiendas que gastarás todo lo que pidan con tal de mantener viva a tu mascota.

Anoche mi cuñada la encontró arrastrándose en el piso afuera de su casa, y mi hermano la levantó (con muchos cuidados y protección por aquello que lo fuera a morder) y le preparo una vivienda improvisada. Le dieron de comer y mi mamá pensó en disolver un poco de paracetamol (para el dolor) en el agua. Para media noche la ardilla ya estaba durmiendo, al menos con poca molestia.

Estuvo nerviosa obviamente; mis sobrinos (como buenos niños) estaban muy consternados pensando en lo que pasaría con ella.

La verdad por mis rumbos, en otras ocasiones he llevado a mi perro a varios veterinarios cercanos y NINGUNO ha sido como para si quiera recomendarlo; en una ocasión lo quisieron operar de un tumor y no tenía nada... otro lo cortó al peluquearlo y otro más de plano ni lo sabía cargar con cuidado. Así que no conozco ningún veterinario de corazón cercano, y mi novio me ha platicado de una que sí lo es, pero cuando llamé ya estaba cerrada su clínica.

En facebook tanto mi cuñada como yo pedimos info de esa leyenda urbana (la de los veterinarios de vocación) y me recomendaron uno, que al parecer participa en rescate Animal, y claro que confío en todos los que realizan esas humanas e inmensas labores, pero no se contactó. Así que recordé que alguna vez vi el hospital de veterinaria de la UNAM y buscamos los datos.

Cuando llegamos mi mamá y yo, ya sabíamos la posibilidad de "dormir" a la ardillita pero nadie estamos preparados para tomar como "fácil" la eutanacia.

Tienen un lugar especial para atender fauna silvestre; perdió toda movilidad inferior por la fractura y no es apta para dejarla libre, y como se imaginarán, tampoco para cautiverio. La dejamos allá y le van a dar eutanacia.

Nos dolió más escuchar como lloraba cuando la revisaron; fue lo mejor y yo estoy súper orgullosa de mi familia porque hasta mi papá me dió $500 por si nos cobraban; hicimos lo mejor, acortamos su agonía y pues no nos cobraron ya que no es una mascota, y para hacer el reporte pusieron que era parte de la reserva de la UNAM.

Todavía no sé como les vamos a decir a los niños, pero si algo es bien cierto, es que es bueno enseñarles que la muerte es normal, que aveces es lo mejor para quien sufre y que todos vamos a morir algún día.

Aveces me pregunto ¿quién es el animal y quién es el humano en este mundo? Y aveces como hoy me contesto que todavía existimos los humanos que amamos a los animales y a las personas entre la fauna silvestre que ama los ingresos económicos.

Pero algo es seguro, esa ardillita estará mejor que nunca... libre.

abril 01, 2014

La Sociedad Incongruente

Había una vez una sociedad incongruente y con valores torcidos, donde todos justificaban sus acciones y decisiones.

  • Había un doctor que no le importaba prevenir las enfermedades; prefería cobrar 20 consultas al día e intermediar medicinas que le pagaran sus gastos suntuosos.
  • Había una abogada que no defendía lo justo y buscaba la manera de alargar los procesos para tener sus cheques seguros.
  • Había un cocinero que no le importaba preparar comida sana y a buen precio, prefiriendo multiplicar ganancias con alimentos que rellenan pescuezos.
  • Había una comunicóloga que no le importaba informar o generar interés de temas relevantes, más que dar detalles de sus piernas y senos con su out fit.
  • Había un profesor que no le importaban los niños que sacaban bajas calificaciones o tenían mala conducta; sólo esperaba la quincena practicando su favoritismo a dos niñas.
  • Había una diseñadora que no le importaba cobrar poco por su menor esfuerzo, total, había estudiado diseño para sentirse diferente a los demás.
  • Había un actor que era feliz trabajando en telenovelas, sin importarle que representar el drama de la vida real requiere más que una cara risueña.
  • Había una policía que no sabía lo que era ser honrada, y un bombero que esperaba a que un día le reconocieran su trabajo.
  • Había cientos de mujeres y hombres que no usaban servicios públicos porque no eran de primera calidad y preferían endeudarse para asistir a los particulares, sin saber que las cosas que no se usan, se olvidan... y se les quita presupuesto.
  • Había miles de héroes anónimos que diariamente se tragaban sus sueños para poder dar lo que ellos no tuvieron a sus niños, pero sólo pocos, unos cuantos, daban a los demás opciones para luchar contra la incongruencia.
  • Había millones de niños que diario aprendía las incongruencias de los adultos; cuando ellos crecieran justificarían sus acciones, igual que todos...
Eran los menos quienes querían ver las incongruencias y ser realmente la diferencia entre lo normal y lo correcto de esa sociedad. Tal vez un día sean más los que quieran darse cuenta que hay millones de maneras de prevenir que una sociedad sea incongruente...